lunes, 1 de noviembre de 2010

Las vanguardias en España



A principios del s. XX surgieron nuevos movimientos artístico-culturales en Europa, conocidos como los movimientos de vanguardia, con una mentalidad de cambio y renovadora respecto a los anteriores, y que pretendían conquistar una nuevo lenguaje estético para devolverle la voz al hombre.
Los seguidores de este movimiento intentaron llevar a cabo una revolución no solo artística, sino también social. Su mayor auge tuvo lugar entre la primera y segunda guerra mundial. Todos estos movimientos eran fugaces debido a que su creatividad en su nacimiento era causa de su propia destrucción, reflejo también de una sociedad en continuo cambio. Tenían en común un rechazo hacia las anteriores manifestaciones artísticas, como el realismo, ya que consideraban que su aportación había sido nula.
Buscaban innovar, ser creativos y originales ante todo y para ello experimentaban con nuevos temas y formas de expresión, esta era la razón por la que su público se sentía atraído, por su afán de crear arte por crearlo y de llamar la atención.
El primer movimiento de vanguardia fue el futurismo, que rechazaba el pasado y enfocaba el arte hacia el futuro, a este le siguió el fovismo, que surgió en Paris y es considerado uno de los primeros movimientos pictóricos del s. XX con pintores como Matisse. El cubismo también tuvo mayor protagonismo en la pintura con personajes como Picasso, que intentaban plasmar la realidad desde distintos puntos de vista a la vez. El dadaísmo estaba en contra del arte y de la belleza, y cuestionaba los valores tradicionales, atacando a los principios racionales.
A comienzos del s. XX, apareció el expresionismo en Alemania, que defendía la búsqueda de la realidad interior con el fin de encontrar lo más significativo de lo que se quiere reflejar. A diferencia del resto, este no negaba de forma radical los anteriores movimientos y se centraba en la interpretación de la realidad.
En los años 20 en Europa, comenzó el surrealismo, su principal representante fue André Bretón, que definió este movimiento como: “automatismo psíquico puro mediante el cual se aprende a expresar el funcionamiento real del pensamiento, sin preocupaciones estéticas o morales y sin vigilancia de la razón”. Se trata del más largo y productivo de todos. Estaba muy influido por el dadaísmo y por Freud con sus psicoanálisis. Pretendía transformar lo vital, social y personal saliéndose del ámbito artístico. Con este fin, utilizaban la técnica de la escritura sin premeditación con la que liberaban al inconsciente y juntaban palabras y frases o imágenes de forma consecutiva sin preocuparse de lo escrito anteriormente.
El ultraísmo intentó buscar una nueva poética, buscando interpretaciones de cosas cotidianas, y se dio a conocer al público a través de las revistas literarias. Las fuentes utilizadas por los representantes de este movimiento son varias, el surrealismo, el futurismo, el dadaísmo,… No tenían interés por cambiar nada con su arte, sino que se limitaban a crear literatura buscando simplemente innovar. Los sentimientos están ausentes, como bien releja la obra de Ortega y Gasset, quedan en un segundo plano. Se trató de un movimiento breve, con pocos rasgos definidos.
Por último el creacionismo se asentó en la literatura a través de la obra de poetas como Juan Larrea, Gerardo Diego y Vicente Huidobro. Éste último influyó en la literatura posterior gracias a su obra. Los poetas creacionistas son considerados a sí mismos como creadores, y no meros interpretadores de la realidad, pretenden que la creación de un mundo propio, sea comprendido por sí mismo y no por su relación con el mundo exterior.

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